¿Cómo construimos los futuros?
¿Qué acabo de ver?
Acabás de visitar cuatro variantes posibles del año 2040 en Argentina y el mundo (si no lo hiciste, es momento de parar y entrar acá), cuatro futuros imaginados, pero que son algo más que un ejercicio de especulación. Son el resultado de meses de trabajo utilizando la metodología de Diseño de Futuros.
El Diseño de Futuros es una estrategia y un conjunto de herramientas sistemáticas de imaginación y diseño. Su objetivo es darle forma a los distintos modos en los que se pueden materializar los efectos de grandes disrupciones, al mismo tiempo muy potentes y muy inciertas.
Aplicar estas herramientas no implica predecir un futuro verdadero, sino prever múltiples y distintos futuros verosímiles, de manera de ganar comprensión o incluso capacidad de acción en el presente, para acercarnos o alejarnos de esos futuros posibles.
¿Por qué biotech?
Vivimos en un mundo en crisis que necesita encarar una transición profunda en la forma en la que manejamos energía y materia. Esa transición debe ser también sistémica: no necesitamos mejorar un poco nuestros sistemas actuales, necesitamos reimaginarlos, disrumpirlos y escalar los nuevos sistemas, y necesitamos hacerlo dentro del marco de los próximos 10 años.
En simultáneo, la biotecnología está viviendo una convergencia tecnológica que le permite dar un salto cualitativo. Ese salto es tan significativo que se estima que, entre 2030 y 2040, hasta el 60% de los insumos materiales que necesitamos (plástico, cemento, fibras) va a incluir algún proceso biotecnológico en su manufactura.
Estamos hablando de una disrupción del tamaño de las revoluciones industriales.
La segunda Revolución Industrial, de mediados del siglo XIX, provocó una urbanización masiva, dio pie a las escuelas públicas y las leyes laborales, creó el movimiento obrero, pobló tanto las ciudades que generó hacinamiento, pero también forzó la necesidad de una salud pública y de las primeras leyes ambientales, y aumentó la productividad. Fue complejo, sí, pero una revolución de ese tamaño no cambia la industria, cambia el mundo. Y si se la diseña conscientemente, puede cambiar a la humanidad para bien.
Por eso, no nos preguntamos cómo la biotecnología cambia a la biotecnología, nos vamos a preguntar cómo la biotecnología cambia nuestra experiencia, nuestras sociedades, valores, miedos, instituciones e identidades.
Aprender
Construir estos escenarios de alta verosimilitud implicó aprovechar estas herramientas para articular conocimientos y perspectivas de múltiples especialistas del sector a través de un proceso sistematizado.
Incluimos en él a profesionales que se intersectan con la biotecnología desde los sectores públicos, privados y de organizaciones no gubernamentales. Desde el agro extensivo a la biología sintética. Desde corporaciones y startups hasta universidades e incubadoras. Profesionales del sector alimenticio, farmacéutico, educativo o académico. La diversidad misma de enfoques, formaciones y ángulos es testimonio de la potencia que tienen las tecnologías de la vida para afectar el mundo en el que vivimos y de cómo un pequeño cambio en los vectores en los que se dé ese desarrollo puede devenir en futuros dramáticamente diferentes.
Darles forma a estos mundos implicó usar como insumo las perspectivas de estos distintos profesionales del ambiente biotecnológico, algo que nos quedaba cerca, dado que venimos trabajando hace años en el área y el ecosistema, así que aprovechamos esta instancia no como una primera inmersión, sino en su capacidad de profundizar.
Esto incluyó una serie de entrevistas en las que pudimos combinar nuestro marco general sobre el área con el de otros agentes del sector. También, la creación de un repositorio de información relevante que construimos pidiéndole a un grupo todavía más extenso de profesionales del área que nos compartieran noticias, papers, videos y hasta tweets que pudieran ser relevantes para comprender tanto el potencial como el estadío de desarrollo de distintas tecnologías particulares dentro de cada sector.
Con estas grandes tendencias y señales como insumo, volvimos al trabajo en forma de workshop con expertos y expertas para explorar certezas e incertidumbres de futuro, consensos y tensiones. La gran certeza que encontramos es que biotech tiene una potencia y un crecimiento acelerado enormes. La gran incertidumbre: ¿qué grado de concentración tendrán sus medios de producción? ¿Cuán universal será el acceso a sus frutos (productos y servicios)?
¿Por qué cuatro escenarios?
Identificar estos dos grandes vectores, que expresaran caminos alternativos con repercusiones profundas, nos permite trazar dos ejes:
¿Cuán distribuidos / concentrados están los medios de producción? Lo que resumimos como “cuántas manos producen”.
¿Quiénes acceden a los productos y servicios creados gracias a estas tecnologías? Lo que resumimos como “cuántas manos reciben”.
Así, dimos con cuatro cuadrantes. Cuatro mundos:
Explorar
Con todo lo que aprendimos —y tomando las señales y tendencias del presente— empezamos a imaginar hechos de futuro que podrían suceder en esos cuatro escenarios posibles.
Acá pudimos ponerle algo propio al proceso: creamos doce hechos de futuro, tres por cuadrante, y compartimos con especialistas estos hechos a través de una experiencia digital. Les pedimos que evaluaran qué tan probable creían su ocurrencia dentro de los próximos años. Esto nos permitió calibrar dos cosas: qué tan verosímil es un hecho y en qué momento del futuro el consenso de les especialistas asume que ese hecho va a atravesar la barrera entre ser verosímil y ser verdad.
Provocar
Con toda esta información pudimos construir escenarios que cumplieran al mismo tiempo dos condiciones: ser verosímiles y capaces de estimular sensibilidades. Esto dio como resultado imágenes de futuros posibles basadas en tendencias del presente, contando con el feedback de profesionales, y recortadas y narradas no como eventos tecnológicos aislados, sino cohesivos, con capacidad de impactar en el mundo de maneras amplias, incluyendo devenires económicos, ecológicos, políticos, sociales y/o culturales.
El objetivo no es solamente prever, o incluso presentir lo distintas que son las realidades que se construyen dependiendo de cómo se hayan resuelto las incertidumbres, sino que estas imágenes del futuro enfatizadas por la distancia nos permitan (incluso nos fuercen) a operar sobre estos ejes hoy, de manera de efectivamente poder injerir en en el presente. Dicho de otro modo, el objetivo es posibilitar la pregunta: ¿cómo tienen que ser nuestras políticas, modelos de negocio, sistemas de educación y prioridades de investigación académica hoy de manera que nos permitan acercarnos o alejarnos de cada uno de esos futuros?
El poder de prever el futuro no es nada comparado al de hacerlo presente.
Disclaimer: Estos escenarios son descripciones ficticias de futuros alternativos, por lo que no deberían leerse como predicciones ni como un reflejo de la posición de UdeSA y El Gato y La Caja sobre biotecnología en Argentina.
Asimismo, las marcas que aparecen o se mencionan en los escenarios se utilizan con el mismo objetivo de construir ficción. No han respaldado los resultados de este proyecto. Su inclusión en los escenarios tampoco significan un respaldo del autor sobre las actividades de cada una de ellas.
Agradecimientos
Participantes de entrevistas y workshops
Alejandra Acosta, Alejandro Repetto, Diego Golombek, Franco Antonio Mendoza, Graciela Ciccia, Guillermo Anlló, Heidi Jalkh, Juan O'Farrell, María Renner, Matías Peire, Lucía Cervilla, Milagro Pereyra Iraola, Sergio Drucaroff, Soledad Gurovic, Ximena Díaz Alarcón.
Agradecemos también a los más de 80 especialistas del ecosistema biotech de startups, PYMES y fondos de inversión. Instituciones educativas, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, públicas y privadas que participaron de las encuestas y experiencias digitales.
Toolkit
Guía metodológica para explorar futuros y transformar el presente. Laboratorio de futuros. 2023. v1